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La exposición de la artista ibicenca Júlia Ribas en Can Tixedó

La exposición de la artista ibicenca Júlia Ribas en Can Tixedó

Debo admitir que no conocía la obra de Júlia Ribas hasta que llegué al Can Tixedó Art Café el domingo. Una foto en el periódico local, Diario de Ibiza, anunciando su más reciente exposición, llamó mi atención. Mi pasión por todo lo relacionado con la Ibiza tradicional hizo el resto.

El domingo por la tarde el clima volvió a ser inusualmente cálido. Un día precioso para recorrer los campos de la isla y seguir los caminos rurales de Sant Antoni hasta llegar a Can Tixedó, una antigua tienda convertida en bar al borde de la carretera, que hoy cuenta con una sólida tradición como anfitrión de artistas locales. Justo al lado del café se encuentra el mercadillo de Forada, que tiene lugar los sábados y que tampoco debería perderse si visitas Ibiza.

La obra de Júlia

En cuanto entré en la exposición, me quedé impresionado. Frente a mí había una pintura de una casa payesa del siglo XVI que no podía ser más realista. A lo largo de los años he visto muchas interpretaciones de las fincas ibicencas, desde las más naïf hasta las abstractas, pero esta pintura me hizo sentir algo completamente nuevo.

La obra te hace comprender de inmediato que estás frente a una casa construida por necesidad. Que quienes la levantaron lo hicieron poco a poco, con esfuerzo, conforme la familia crecía y se necesitaban más espacios. Casi puedes imaginar su historia, sus vidas cotidianas y hasta su aspecto. Las pinturas de Júlia evocan la historia de las casas y las historias de quienes las habitaron.

Tuve la suerte de que Júlia estaba allí el domingo. Almorzaba con familiares o amigos, pero aun así se levantó para saludarme y charlar conmigo, aunque nunca nos habíamos conocido. Me explicó que parte del “realismo” que yo había sentido se debía a la cal que utiliza para pintar las casas, la misma cal que durante siglos ha protegido las fincas de insectos y enfermedades. También me contó que el uso de betún de judea es lo que aporta la gama de tonos marrones a sus cuadros. Este material, usado tradicionalmente para proteger objetos de madera, ayudó a que reconociera un color que me resultaba familiar.

Nadie debería perderse la exposición de la artista ibicenca Júlia Ribas en Can Tixedó. Espero seguir descubriendo más joyas culturales de Ibiza este invierno y poder compartirlas con vosotros.